dijous, 3 d’octubre del 2013

Apuntes para el análisis ubicación-asignación de puntos de servicio en un entorno urbano

Como indica el título del documento, en las siguientes líneas se detalla de una forma muy breve la metodología a seguir para conseguir el objetivo de distribuir de forma optimizada puntos de servicio (contenedores de residuos, bicicletas, carsharing, recarga eléctrica, comercios...) en un entorno urbano a partir del análisis de la demanda, la red y, si es el caso, la oferta existente. Es decir, que con la distribución de la oferta se consiga aumentar el grado de acceso y/o de calidad del servicio minimizando los costes del mismo. Esta consideración implica que es conveniente que los puntos de oferta no estén distribuidos previamente a la redacción de la propuesta; no obstante, si ya existe el servicio, la presente metodología permite hacer propuestas tales como la redistribución del servicio o la ampliación del mismo, todos ellos también bajo criterios de optimización.

Como en cualquier análisis de redes, los factores a estudiar para evaluar la calidad del sistema u ofrecer nuevas alternativas son: la red de desplazamiento, la demanda y la oferta. La metodología que desarrolla a partir del próximo punto y que se desarrolla en un entorno SIG, tiene como objetivo modelizar la red, la demanda la oferta y los puntos de acceso con la finalidad de ofrecer las soluciones tanto en tablas y gráficos como en soporte cartográfico.

MODELIZACIÓN DE LA RED DE DESPLAZAMIENTO.

La modelización de la red de desplazamiento es el primer paso a realizar en cualquier análisis de redes. Consiste en la creación de una red de calles y puntos de giro sobre la cual se realizará el cálculo de costes y desplazamientos. Este hecho implica que en la modelización de la red se hayan de introducir las impedancias, bien en forma de velocidad de desplazamiento por la vía y/o en forma de longitud del segmento, dando lugar la combinación de ambas a una tercera forma de impedancia: el tiempo de desplazamiento.

MODELIZACIÓN DE LA DEMANDA.

La demanda es el conjunto de entidades que, con las condiciones de análisis establecidas previamente (edad, condicion socioeconomica...) demandan un servicio. Para modelizar la demanda hay que tener en cuenta los siguientes factores: la forma de medirla y el lugar donde se genera.

DIFERENTES MÉTODOS DE MEDIR LA DEMANDA.

La demanda puede medirse principalmente mediante los dos siguientes términos:

  1. Emplazamientos físicos que generen demanda: residencia, hostelería, servicios o estaciones de transporte...
  2. Población residente o existente en un determinado punto y con unas codiciones socioeconomicas determinadas que cumplan los criterios de analisis. 

En el primero de los casos la demanda consistirá en todas aquellos espacios (residenciales, educativos, deportivos, de movilidad…) utilizados por la población. En el caso concreto de la población, la demanda consistirá en la población existente en un determinado punto, aunque, como he comentado, las misma deberá filtrarse por condicionantes socioeconómicos. Por ejemplo, un niño de 1 año no se consideraría como demandante en un servicio de préstamo de bicicleta, o una persona sin carnet de conducir como demanda en un sistema de acceso al automóvil.

DEMANDA EN ORIGEN Y DEMANDA EN DESTINO (PARA SERVICIOS DE MOVILIDAD).

Otra forma que hay que considerar en cualquier análisis es el posicionamiento geográfico de la demanda ya puede variar mucho según la componente temporal. Se entiende por demanda en origen aquellos puntos desde donde la demanda pretende accedera al servicio para desplazarse a un determinado punto que puede actuar al también como un punto de demanda en destino. Por ejemplo, la infraestructura educativa (colegios, facultades…) se comportan como “demanda en destino” en los momentos previos al inicio de la actividad; en cambio, al finalizar la misma, los mismos puntos se comportarán como “demanda en origen”. Este hecho nos lleva a tener en cuenta en todo momento el volumen de demanda derivado de la infraestructura que actúa en gran parte del día como “demanda en destino” pero que en picos puntuales a lo largo de la jornada actúa como “demanda en origen”. Otro ejemplo puede darse para el caso de la gestión de los residuos, donde puede considerarse como “demanda en destino” un punto donde desemboquen muchas vías de comunicación, aunque en el no se localize “demanda en origen”, tal como residencias, bares, etc.

DISTRIBUCIÓN OPTIMIZADA DE LA OFERTA. OBJETIVOS.

La oferta es el conjunto de entidades que ofertan la posibilidad de acceder al servicio. Para distribuir la oferta en el espacio de una forma optimizada se debe tener en cuenta la demanda y la impedancia de la red. La distribución de la oferta pretende localizar sobre el espacio los puntos de oferta que satisfagan objetivos tales como:

a) Minimizar la impedancia: Los puntos de oferta se ubican de modo que se minimice la suma de todos los costes ponderados entre los puntos de demanda y los de oferta de la solución. 
b) Maximizar la cobertura: Los puntos de oferta se ubican de modo que el máximo número de puntos de demanda se asignen a los puntos de oferta de la solución situada dentro de la tolerancia de impedancia.
c) Minimizar los puntos de oferta: Los puntos de oferta se ubican de modo que se asigne el máximo número de puntos de demanda a los puntos de oferta de la solución dentro de la tolerancia de impedancia; además, se minimiza el número de instalaciones necesarias para cubrir los puntos de demanda.
d) Maximizar la asistencia: Los puntos de oferta se eligen de modo que se asigne el máximo peso de demanda posible a los puntos de oferta asumiendo que el peso de la demanda se reduce en relación con la distancia entre la instalación y el punto de demanda.
e) Maximizar la cuota de mercado: Se elige un número concreto de puntos de oferta de modo que la demanda asignada se maximice en presencia.
f) Cuota de mercado objetivo: Cuota de mercado objetivo elige el número mínimo de puntos de oferta necesarios para captar un porcentaje concreto de la cuota de mercado.


PROPUESTA DE LA RUTA MÍNIMA DE CONTROL.

Resolver un análisis de ruta significa encontrar la ruta con menor impedancia, por ejemplo la más rápida o la más corta, que de acceso al control de todos los puntos de oferta. Con ello se pretende reducir los costes de mantenimiento del servicio y mejorar la calidad del mismo.